Hace unos días, conversaba con unos amigos acerca de cuándo brindar ayuda a otras personas que están pasando por situaciones difíciles y cuando no.
Creo que para eso hay un criterio que es necesario tener en cuenta en primer lugar y es ver, hasta qué punto esa persona está haciendo todo el esfuerzo necesario para superar su propia situación o si por el contrario sólo está esperando que los demás le solucionen sus problemas.
Hay casos en los que incluso podemos sentirnos mal cuando no tenemos las condiciones para poder ayudar a alguien y creemos que estamos actuando egoistamente, sin embargo no es así, hay que tener el discernimiento suficiente para darnos cuenta cuándo nuestra ayuda es oportuna y cuando no y ver si está a nuestro alcance el poder brindarla.
Me quedé pensando en este tema y justamente llegó este texto a mis manos como corroborando esas ideas al respecto y aquí lo comparto con ustedes.
"Sabiduría es saber cuándo ayudar y cuándo no. A menudo, lo más amoroso que puedes hacer por las personas es mantenerte al margen mientras que ellos aprenden sus propias lecciones. Si llegas y actúas como su salvador, le puedes estar quitando la oportunidad de aprender las lecciones y el crecimiento que estaban derivándose de esa situación. Entonces se tendrán que crear todas estas situaciones nuevamente. El ser sabio, se puede sentir como que uno es duro, pues a menudo es más fácil entrar y rescatar a la gente, que pararse y ver cómo ellos van atravesando sus dificultades y algunas veces dolorosas lecciones."