En este post quiero responder a una pregunta que me hizo JoseP que tal vez puede aclarar las dudas de muchas personas.
Aquí la pregunta que hizo:
He leído su artículo y la dieta mental de 7 días, de Fox, pero una gran duda me asalta: ¿acaso debemos desatender la situación de los que lo pasan mal en el mundo? ¿Debemos mirar para otro lado para no albergar pensamientos pesimistas? ¿No debemos conocer los problemas que tienen, las causas económicas, políticas, sociales para así poder proponer nuevos modelos que mejoren de raíz su situación y les alivien? ¿Acaso debemos volvernos insolidarios y no dedicarnos a ayudar a los que sufren? agradecería su explicación
El pensamiento es una energía muy
poderosa que genera manifestaciones similares a aquello que pensamos. No se
trata de desatender la situación de aquellos que lo están pasando mal en
cualquier aspecto que sea, sin embargo si queremos ayudar a esas personas, lo
mejor sería enseñarles a dirigir sus pensamientos hacia las cosas que los ayuden
a elevar su energía y tener otro tipo de experiencias, a tener esperanza, a
creer que es posible salir de esa situación, que todo es temporal y que sí
puede cambiar y no reforzarles la idea de lo difícil que es salir adelante. De lo que se trata es de inculcar creencias que los empoderen.
Hay muchos casos que lo demuestran, de aquellos que han superado una vida de pobreza o sufrimiento, aún personas con serias limitaciones físicas, lo han logrado como consecuencia de cambiar su manera de pensar y de enfrentar la vida de manera más optimista y eso es posible por su capacidad de resiliencia.
Es muy difícil ayudar a otras personas compadeciéndose de ellas, ya que no estaríamos reconociendo su capacidad para salir adelante, es decir su grandeza como seres humanos y las estaríamos limitando al papel de víctimas, considerándolas en cierta forma, inferiores a nosotros.
Si queremos ser solidarios y ayudar
a esas personas nosotros también tendríamos que pensar en ellos de manera distinta,
imaginándolos de la forma como nos gustaría que estuvieran, no con tristeza
sino con alegría viéndolos con sus necesidades satisfechas sin compadecerlos,
sino todo lo contrario, pensando que lo mejor está por venir para ellos. El
pensamiento crea, sea lo bueno o sea lo malo, nosotros elegimos, aunque muchas
veces no seamos conscientes de ello. Podemos ayudar a crear un mundo mejor
quitando nuestro pensamiento de las situaciones no deseadas, o negativas y
proyectándonos a las soluciones que queremos ver manifestadas.