LA LEY DE ATRACCION Y LA RESISTENCIA PARA RECIBIR

Dudas, indecisión, incertidumbre, inseguridad, insatisfacción, vacilación, titubeo, temores, recelo, desconfianza, sospecha, desaliento, desmoralización, desanimo, impotencia, preocupación, nerviosismo, inquietud, impaciencia, ansiedad.

Si cuando deseamos obtener algo, surge cualquiera de estos sentimientos, quiere decir que hay resistencias, lo que significa un impedimento para poder recibir lo que deseamos.

Para atraer algo a nuestra realidad, es necesario liberarnos de todas estas trabas que nos atan justamente a lo que no queremos y no nos permite liberarnos de las condiciones indeseadas.

Veamos como se manifiesta esta traba, un ejemplo: si necesito alquilar un departamento a un precio determinado que pueda pagar, en un lugar cercano a mi trabajo y que tenga las comodidades que deseo, pero (la palabra pero siempre implica resistencia) dudo, me preocupo, o tengo miedo de no encontrar dicho departamento, con seguridad, será muy difícil de lograrlo.

Cuál sería entonces la actitud correcta? Pues una sola palabra contiene la solución, confianza pues todo lo que pedimos, confiando en el universo se dará fácilmente, y si a ese pensamiento le agregamos la emoción de maravillarse por que sabemos que ya lo conseguimos la manifestación de nuestros deseos se realizarán con mayor rapidez.

Sé que es más fácil decirlo que realizarlo sin embargo, sólo sabremos si es verdad, cuando lo practiquemos, no podemos negar ni aceptar algo que no hemos comprobado por nuestros propios medios. Si decimos, “no hay departamentos así”, “todo está caro”, “esto no resultará”, “son tonterías”, “así no funciona”, “hay que ser realistas”, “no lo lograré” éstas y otras frases parecidas sólo son nuestras resistencias que salen para hacer frente a nuestros deseos, sea porque en el fondo tenemos creencias limitantes acerca de que no lo merecemos, por una falta de autoestima, o porque creemos que las cosas se tienen que conseguir siempre con mucho esfuerzo o sacrificio de nuestra parte.

Abraham nos dice que al comprender que nuestros deseos se pueden realizar fácilmente y sin esfuerzo, nos estamos permitiendo recibir y esa sería la actitud correcta para lograr lo que deseamos. La creencia que tenemos que superar algo, para poder recibir, automáticamente se convierte en resistencia y allí las cosas ya no fluyen.

Comprobemos si esto funciona con algún deseo que no implique algo muy grande al comienzo, hagámoslo con algo simple y así iremos reforzando la idea que sí funciona. Qué tal hacerlo con algún objeto que deseamos o ir a un lugar deseado como un restaurante que no hemos visitado antes, o lo que sea que necesitemos, les aseguro que funcionará. Es pedir con la seguridad que ésto se dará y agregar el sentido de maravillarse como si ya lo hubieras recibido. Y a disfrutar de ello.