Que terrible me resulta oír algunas noticias o comentarios de lo que sucede no sólo en mi país, sino también en el mundo. Generalmente evito ver los noticieros, porque no creo que de la violencia se saque algo bueno, pero algunas veces se filtran por ahí o veo los titulares de los diarios al pasar. Es que lo malo vende y si surgiera un diario o un noticiero que hiciera lo contrario y sólo destacara lo positivo, se iría a la bancarrota. Lo mismo en el cine, lo más vendido son las películas de violencia porque reflejan la vida misma.
Pero de donde procede todo esto? Sin duda del hogar, muchas veces porque hay violencia dentro de él o en otras por que no hay suficiente autoridad en la formación de los hijos y se dejan de inculcar los valores necesarios para vivir en sana convivencia.
Que poco valoramos la vida. Hace un año, aquí en mi país, un joven de 24 años, con un futuro brillante, criado en una buena familia con valores, sufrió una muerte espantosa por ser hincha de un equipo de fútbol contrario al de sus atacantes. Sin embargo su padre, en medio de su profundo dolor dijo: “La muerte de mi hijo solo tendrá valor si sirve para detener la violencia” "no necesito avivar mi rencor o masticar mi odio contra los responsables", sabias palabras que sólo una persona sana, fuerte y valiente puede pronunciar en situaciones semejantes.
Y a partir de entonces, se ha dedicado a dar charlas en los colegios, cárceles y en cuanto lugar se lo soliciten, causando mucha emoción en quienes lo escuchan y probablemente se produzcan muchos cambios en la manera de pensar de los jóvenes que lo escuchan.
Esa es la actitud que necesitamos lograr. Gracias señor Walter Oyarce por darnos esa lección. Sólo de esa manera podremos cambiar el mundo, cuando la paz esté primero en el corazón de las personas, cuando dejemos de combatir la violencia con más violencia, cuando el odio no sea devuelto con más odio, cuando tengamos compasión por los demás.
Lógicamente esto no quiere decir que dejemos de velar por la justicia, o que nos quedemos impasibles ante lo negativo, pero es necesario hacerlo con el corazón limpio y sin rencores, solo así podremos tener un mundo de paz a nuestro alrededor.