"Tú sabes regular tu mente cuando se trata de realizar trabajos físicos, tales como enseñar a tus pies y a tus manos a que coordinen sus esfuerzos para conducir un coche. El proceso es menos conocido pero funciona igual en el universo emocional. Has aprendido los hábitos que tienes ahora usándolos y reforzándolos durante toda tu vida. Te sientes desgraciado, enfadado, herido y frustrado automáticamente porque así aprendiste a pensar hace mucho tiempo.
Has aceptado tu comportamiento y no te has preocupado de la posibilidad de cambiarlo. Pero puedes aprender a no ser desgraciado, a no estar enfadado, o herido o frustrado del mismo modo que aprendiste todas esas actitudes de auto frustración." Wayne Dyer "Tus zonas erróneas"
Has aceptado tu comportamiento y no te has preocupado de la posibilidad de cambiarlo. Pero puedes aprender a no ser desgraciado, a no estar enfadado, o herido o frustrado del mismo modo que aprendiste todas esas actitudes de auto frustración." Wayne Dyer "Tus zonas erróneas"
Somos dueños de nuestros pensamientos, no obstante, no es fácil cambiar nuestra manera de pensar una vez que esos pensamientos se instalaron en nuestra mente a través de repetirlos una y otra vez llegando a formarse el hábito a reaccionar de determinada manera. Sin embargo, gracias a la práctica, somos capaces de elegir nuevos pensamientos que nos empoderen para que reemplacen aquellos que nos hacen infeliz.
Cada uno es responsable de sus sentimientos y por lo tanto de sus acciones, tus sentimientos son consecuencia de tus pensamientos y si decides hacerlo puedes comenzar a pensar de una manera diferente. Si te sientes ofendido por lo que alguien te dijo, empieza analizando tus pensamientos y ve si vale la pena que te sientas triste, ofendido, deprimido por lo que hace o dice otra persona o es mejor retomar tu poder y pensar de una manera diferente respecto a eso, dándote cuenta que de ello depende tu salud mental. En eso reside tu libre albedrío.

