Los pensamientos son los que están dirigiendo nuestra vida constantemente, así cuando estos son optimistas, esperanzadores, llenos de gratitud, amor, alegría, entusiasmo, tranquilidad etc. estaremos creando situaciones similares en nuestra vida
Sin embargo muchas veces sin darnos cuenta, dejamos que los pensamientos negativos y pesimistas vayan apoderándose de nuestra mente y una vez instalados ahí, resulta más difícil cambiarlos, aunque esto no signifique que sea imposible hacerlo.
Esto no quiere decir tampoco, que nunca vamos a tener pensamientos que nos puedan originar cierto grado de insatisfacción, pero lo importante es que no nos quedemos mucho tiempo en ese estado, ya que significaría quedarnos presos a ese tipo de pensamientos que se volverían recurrentes y que ningún bien nos hacen para la salud mental ni física. Por eso es mejor estar conscientes de aquello en lo que pensamos porque es lo que dirige nuestros actos y nuestra vida.
Como el pensamiento y la emoción están muy relacionados, una manera de reconocer si lo que estamos pensando es bueno para nosotros o no, es a través de cómo nos sentimos. Si nos sentimos bien, estamos pensando y creando cosas positivas. Pero si nos sentimos mal es porque estamos pensando mal y eso será lo que atraeremos a nuestra vida, así que busquemos cambiarlo de inmediato por algo positivo.
Lo más importante es tomar consciencia de lo que estamos pensando y si es necesario, cambiemos de inmediato los pensamientos negativos por aquellos que nos signifiquen bienestar y armonía.
